No todos los corredores corren carreras

Cuando me preguntan cuándo empecé a correr, suele venir a mi mente mi primera carrera, no los primeros entrenamientos. Las carreras dejan una marca en la memoria mucho más fuerte, claro, y tal vez se deba a eso. Pero, aun así, las carreras son muy importantes para la mayoría de los corredores. Una pregunta habitual entre corredores es la siguiente: ¿Qué vas a correr? Es una de las maneras más comunes para iniciar una conversación con otro corredor. El calendario de carreras le pone orden a nuestros entrenamientos. Los objetivos nos ayudan a prepararnos adecuadamente y a pensar en función de fechas. Cientos de miles de personas en todo el mundo participan de carreras cada día del año. Las hay de todo tipo y en todo el planeta. Los aficionados aman tomar parte de estas competencias. Desde los desafíos más difíciles a los eventos más livianos. ¿Pero esto es así para todos los corredores?

 

Participar de una carrera es maravilloso, pero también es estresante. Los días previos, la noche anterior, la línea de largada. Es algo que emociona, pero a muchos también los angustia. En base a eso es que muchos corredores que no enloquecen por la línea de llegada o la medalla de finisher prefieren simplemente no participar de dichas competencias. No es absurdo, un atleta que corre por hobby bien puede no participar y seguir entrenando toda su vida. Son elecciones y todas tienen sus motivos.

 

El problema de no competir es el peligro de caer en la rutina. Las carreras nos sirven para armar un calendario con puntos de mayor exigencia y descansos. Una vez más, y como siempre, es fundamental la presencia de un entrenador. Por más que no se compita, sigue siendo importante intercalar entrenamientos de diferentes intensidades y trabajos variados. Series de distinta intensidad, fondos, cuestas, gimnasia y una buena elongación tienen el mismo valor para quien compite como para quien no. Quien decida no correr carreras, bien puede ponerse metas semanales o mensuales, y quien simplemente no quiera metas, le debería alcanzar con hacer entrenamientos prolijos que no provoquen lesiones.

 

Correr es algo que los aficionados hacemos para disfrutar. Entonces lo más importante es eso. Entrenar también se disfruta y produce la misma clase de felicidad en cualquier tipo de corredor. Por eso muchos deciden no competir. Entrenar es algo que quienes amamos el running queremos hacer para siempre. Sentirse a gusto y terminar contentos es parte de ese encanto. Pero también lo es el no lesionarse y cuidar el cuerpo. Quien no compita debe también hacer un entrenamiento a conciencia, cuidar la alimentación y tener sus chequeos médicos al día. Todo lo que sea necesario para poder correr hoy, mañana y por el resto de nuestras vidas.